jueves, 12 de agosto de 2010

Entrenamiento, no simplemente ejercicio



La gente conoce ad nauseam ("hasta la nausea") que el ejercicio es beneficioso para la salud. Si tiene diabetes, sobrepeso, colesterol alto, alta presión arterial, problemas de circulación, es niño, joven, adulto, viejo, etc., el ejercicio se recomienda como una de las cosas fundamentales dentro del estilo de vida.

Todo el mundo debería estar haciendo ejercicio. Y todo el mundo lo sabe. Pero la realidad es que sólo una fracción pequeña de la población en los países desarrollados lo hace de forma consistente. Oh, y no quiero que se me olvide, en los países subdesarrollados, el ejercicio se llama trabajo manual. Así que es más por obligación que lo hacen, y cierto que el trabajo manual en esos países se da también por mucha explotación, etc, etc. Pero el caso es que al menos ellos no están muriendo de problemas cardíacos o diabetes u otras de las llamadas enfermedades de afluencia, es decir, enfermedades de abundancia. Esto en parte porque deben permanecer activos todos los días.

Cuando va terminando el mes de diciembre mucha gente ya tiene en mente: "cuando empiece el nuevo año, mi resolución será entrear en un gimnasio para ponerme en forma".

Hay un gran problema con esta mentalidad, este mindset. Esa resolución no tiene nada de específica. Lo único que hay de específica en ella es que va a hacerse miembro de un gimnasio comercial. En cuanto a estar en forma, recuerde que redondo es una forma también, así que eso de ponerme en forma no tiene nada de específico.

Es algo mental de los seres humanos que cuando no tenemos visualizadas las cosas de una manera específica, cuantitativa, dejamos mucho espacio para que se desfigure nuestra meta en un tétrico "más o menos".

"Fulana, cuánto tiempo llevas ya en el gimnasio?", y fulana responde, "unos 3 meses". "Y has visto cambios?", "oh, más o menos". Y como más o menos puede significar tantas cosas, ya sea conciente o inconcientemente, la mente de fulana empieza a desviar cada vez más energías mentales de lo que en enero parecía una firme resolución y termina abandonando el gimnasio. A esa misma hora en unas cuantas semanas después estará en el supermercado con una amiga y ve en las neveras un bizcocho de chocolate de esos que tiene helado adentro. Se lleva uno y la amiga le dice: "y ya no vas al gym?", fulana responde, "no, pa que perder tiempo... si es que también soy de huesos anchos..."

Fulana no tiene la culpa. Ella sólo sigue la corriente como todos, como es natural. De paso, eso mismo de los huesos anchos es algo que en muchas ocasiones le ha hecho creer a mucha gente que no puede perder peso en la forma de grasa y que están destinados a verse así.

Y quiero que si usted ha pasado por una experiencia similar y ya no está haciedno ejercicio, cambie ese panorama. Pero antes tengo que deshacerme de unas expresiones, porque son las mismas que en primer lugar crean la situación de fulanita, y la de muchos, muy probable la tuya también. Deshágase de la expresión "voy a hacer ejercicio" o "necesito hacer ejercicio" o "me voy a poner en forma". NO significan nada. NO hay nada de específico ni cuantitativo en esas expresiones y por eso son su primer obstáculo para alcanzar sus metas.

Substituya la palabra ejercicio por entrenar! Los atletas no hacen ejercicio, ellos entrenan. Cuando usted entrena tiene una meta definida, medible. Ejercicio puede ser levantar la cuchara una y otra vez, porque los músculos de ese brazo están ejerciendo funciones. Pero entrenar significa que usted tiene una meta.

Y qué hacemos con una meta? La escribimos en un papel. Sí, parece tonto, pero esto tiene un mayor efecto sicológico de compromiso. Dónde la voy a escribir? Puede ser en el diario (si es que todavía hay gente que los use ;), o puede ser en su agenda (por favor no por una esquina en letra pequeña), o puede ser en una de esas redes sociales como facebook donde la gente escribe de todo. El caso es que usted se asegure de escribir en un lugar que usted y/o otros puedan ver su meta para crear el sentido de enfoque y compromiso.

Después de la meta viene el plan. La gran masa de gente que entra en los gimnasios a principio de año,va sin un plan. Ningún ejército gana una guerra sin plan. En cierta ocasión Jesús dijo: "Quién de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero a calcular el costo, y ver si tiene lo que necesita para terminarla? No sea que después que haya puesto  el fundamento, no pueda acabarla, y los que lo vean se burlen de él, diciendo: Éste hombre empezó a edificar, y no pudo terminar'. O, qué rey teniendo que ir a la guerra contra otro rey, no considera primero si puede enfrentar con diez mil al que viene contra él con veinte mil?" (Lucas 14:28-31).

Hacer un plan es tan sencillo como sentarse a pensar como trazo una línea recta de un punto A a un punto B. El punto A es el presente, el B la meta. El plan consiste en las herramientas (qué ejercicios voy a hacer, en qué orden, qué cambios en la dieta, etc,etc.) que necesito.

Hay un dicho que dice: "Siempre se tiene tiempo para lo que se quiere". Y es cierto.

Aunque tenga el tiempo y la meta clara (ejemplo: quiero quemar 10 libras de grasa o quiero poder ir a pie desde x a y sitio sin fatigarme), puede que usted no tenga la información sobre que hacer para tener un buen plan. Esa es una de mis metas con este blog, y espero pronto presentar varias entradas para darle más información y que sí alcance sus metas de entrenamiento.

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