martes, 7 de septiembre de 2010

Neotonía, falacia de la evolucion, y la forma en que debemos entrenar. Parte 1

Me gusta de vez en cuando dejar mis lecturas habituales para leer cosas que sé no voy a creer porque son falacias. Sí, invierto parte de mi tiempo algunas veces para leer cosas en las que no creo. Hago esto sabiendo además que es algo malo el ser fanático y encerrarme en mi mundo exclusivamente, así que – aunque sé no las voy a creer porque se basan en premisas falsas – las leo tan ávidamente como si las creyera. Porque también puede ser que aprenda algo correcto que se presente que puede ser útil después.

Algo que leí hace como dos o más años fue acerca de la neotonía. Y a pesar de ser disparate en los términos evolutivos que se suele presentar, me pareció muy interesante. Neotonía es la retención de rasgos juveniles en la etapa adulta. La teoría común de la evolución dice que nuestro proceso evolutivo humano se debió en gran medida a la neotonía.

Como sabemos, se dice que somos parientes de los monos ya que hay bastantes similitudes estructurales. Sin ser muy técnicos: forma de las manos, el arreglo básico del esqueleto que es similar, la forma del cráneo, dientes, etc.

Se suele apuntar también a varias diferencias. De nuevo, sin ser muy técnico que no se me aburran, nuestra posición de espalda derecha, erguida (erecta), los hombros posicionados a los lados del pecho y no hacia el frente, y el ángulo facial. Sé que hay otras, de hecho, de un autor a otro pueden variar, pero son las que más he escuchado yo.


En un paréntesis algo cómico, pudiésemos decir que estamos involucionando en vez de evolucionando actualmente, ya que nuestra postura tanto de la espalda como de los hombros va pareciéndose cada vez más a la de los monos. ¡Tenga eso en cuenta cuando se siente frente a la computadora!

Como sabemos, la evolución es un cuento de hadas glorificado por las especulaciones de muchos nombres que terminan en Ph.D. Pero si sigue la lectura encontraremos que el concepto de la neotonía nos lleva a otra información útil a nuestros propósitos de salud.


El concepto de la neotonía en relación a la evolución del hombre establece que nuestros antepasados fueron perdiendo rasgos físicos de monos adultos cada vez más hasta que los rasgos juveniles alcanzaron prominencia en nosotros, y entonces se refinaron, y henos aquí hoy!


Y dicen esto porque, por ejemplo, un chimpancé bebé tiene varias similitudes mayores que uno adulto con nosotros humanos:


En esta foto podemos ver un chimpancé bebé y podemos ver que la forma básica de la cabeza es la misma que del ser humano. Miren la bóveda del cráneo en relación a la mandíbula. En él la bóveda craneal es grande y la mandíbula pequeña y no se proyecta hacia el frente, ¡justo como nosotros!Tomen nota de la postura del cuello y la espalda, y la forma en que mantiene los hombros en lo que sería una posición impecable para un ser humano. Los mantiene a los lados y hacia atrás. No se encoge de hombros sino que mantiene las escápulas deprimidas, una postura humana perfecta.


Pero cuando este animal llega a una edad adulta miren lo que pasa:


Esas características se perdieron y vemos un hocico pronunciado, el tamaño de la bóveda del cráneo en relación al resto de la cabeza es más pequeño. La postura erguida se perdió, etc., etc.

Ahora bien, ¿por qué se perdieron estas características? La respuesta es sencilla. Las características se perdieron al ir alcanzando madurez porque el animal iba progresando hacia la especialización.
Básicamente, cada animal es un especialista. Es un maestro de su hábitat dentro de su estilo de vida. Por ejemplo, nosotros podemos nadar, pero aun Michael Phelps será un nadador mediocre comparado al más lento delfín o incluso a un pequeño pez de pecera. Esto porque los peces son especialistas de su hábitat en relación a su estilo de vida.

La ciencia corriente está aparentemente bastante perdida en un problema muy sencillo de resolver. El chimpancé pequeño guarda relación estructural con nosotros porque no ha llegado a la madurez y por eso no necesita reflejar características de especialización. Como nosotros los humanos no tenemos especialización somos más bien la forma básica y general de vertebrados capacitados para gran número de cosas y por eso no hay una exageración de rasgos.

Cuando el chimpancé es un adulto es un especialista trepando árboles. Tiene dotes físicos diseñados para poder desempeñarse a la perfección en lo que necesita (piense en los brazos largos y el torso relativamente pequeño). Y así todos los animales son especialista en alguna o varias cosas.

¿Y en qué se especializa el ser humano? ¡En nada, pero podemos hacer básicamente de todo! Nosotros somos generalistas, podemos hacer una cantidad inmensa de cosas pero no de una forma que rivalice con los animales. Yo puedo correr, pero casi cualquier perro puede ser más veloz. Puedo trepar pero no soy un mono o lemur, así que mi velocidad y eficiencia en eso será menor.

Especialista trepando árboles


Hay solamente dos maneras en las que podemos ganar algo de especialización. La primera es a través del uso de tecnología. Un bote de motor nos hará tener ventajas en el agua que nunca tendríamos usando el cuerpo como medio. Los gatos y los leones tiene garras, nosotros inventamos cuchillos. Y para poder trepar mejor (aunque como quiera no como los monos) usamos sogas y arneses diseñados para el trabajo.

La segunda forma en la que se puede ganar algo de especialización es a través del entrenamiento. Cuán alto puedes brincar? Tal vez no tan alto como un jugador o jugadora de voleibol. Considere la cantidad de veces que un jugador o jugadora de este deporte ha brincado en el último año, y luego piense cuántas veces usted lo ha hecho en el año pasado. Cuando hacemos algo una gran cantidad de veces vamos creando una especialización. El sistema nervioso y las estructuras físicas se van adaptando para ser más eficientes a la demanda.



Ahora bien, hay un problema. Y el problema es que la mayoría de la gente no entiende que un deportista no es necesariamente un ejemplo de salud. Es más bien un ejemplo de función específica en el contexto de su disciplina.

Y eso a su vez significa otras cosas. Significa que usar el régimen de entrenamiento de ya sea un deportista o de su disciplina en términos generales, no es necesariamente conducente a la salud. En realidad, en mi experiencia, suele ser impedimento para salud óptima.

¿Por qué?

Porque somos generalistas y no especialistas como especie. Si usted practica un deporte, eso no significa que esté haciendo algo saludable.

Puede ser parte de una vida de salud, pero sólo si este permite tener un balance en las capacidades que desarrollamos. Es decir, si su deporte no tiende a crear una especialización extrema que interfiera con otras funciones o que cree unos serios desbalances en su desarrollo, no es problema. Pero si este se vuelve el foto último, entonces piénselo bien.

Por ejemplo, a la gente le han metido en la cabeza la idea de que hay que hacer ejercicio aeróbico para tener buena salud y que es lo más importante. Mucha gente por las mañanas o por las tardes trotan unas cuantas millas (en mi experiencia un promedio de 4-6 millas). Otros que no tienen la resistencia como quiera lo ven como la meta y se esfuerzan en acercarse a eso. Olvidan – o más bien desconocen – otras facetas del entrenamiento que son fundamentales como la postura, la fuerza, la movilidad de las articulaciones, la condición del tejido muscular, etc. Para ellos lo único que representa salud es hacer las millas del día. Pero, ¿qué modelo están siguiendo? Uno de desgaste.


No hay salud en un modelo tal. ¿Hay rendimiento? Sí. ¿Hay especialización? Sí. Pero no hay salud. Los que siguen este modelo se van a un extremo del espectro de habilidades humanas, se quedan allí e invierten todas sus energías adaptativas en un fin que va desgastando el organismo en vez de reforzarlo. Y eso sin contar la cantidad de gente que además hace estas tareas monótonas aeróbicas con una mala postura y con serios desbalances musculares que afectan su técnica.

Si su meta es simplemente deportiva – que no es siempre sinónimo de saludable – y usted compite en un deporte de esta naturaleza, es su decisión. Pero si lo que busca es salud, piénselo dos veces antes irse por el camino de una espacialización pura.

El ejemplo anterior no quiere decir que si usted tiene una trotadora no la pueda usar o que no pueda ir a una pista y hacer unas cuantas vueltas. Todo eso puede ser muy saludable, pero debe darse dentro de un marco de balance. El cuerpo puede y debe hacer más cosas.

Como levantar objetos pesados. Es algo muy saludable cuando se hace correctamente. Que quede claro que con el levantamiento de peso no me refiero a fisiculturismo. El fisiculturismo no tiene el fin de levantar objetos pesados, sino de hacer crecer músculos sin importar de lo que sean capaces o de lo que no. Aquello es más una cuestión estética y tampoco tiene que ver con la salud directamente.

Suelo mencionar el asunto de las pesas bastante a menudo y es que, por un lado, el concepto que la gente guarda de ellas es el que ve en la televisión o las revistas, que es erroneo, y por otro lado, en muchos círculos de gente que es pro salud, o no le dan importancia o le dan la mínima.

Cuando levantamos objetos pesados (los que sean) estamos cultivando el atributo físico madre del cuerpo: la fuerza. Este es el primer factor de importancia a tener en cuanta cuando intentamos diseñar un programa de ejercicios para nosotros. Tristemente la gente en su mayoría no está educada para diseñar un programa que incluya la fuerza (por eso corren), pero para esto está este blog. Aunque no será hoy que describamos eso mejor (ya esta entrada está muy larga por hoy).

Si la gente combinara caminar bruscamente con buena postura por unos 20 minutos con un programa sencillo de levantamiento que no constaría con más de 3 ejercicios distintos, viviríamos en un mundo de gente saludable.

Pero el problema es que la gente le tiene miedo al levantamiento de pesos porque lo asocia con el extremo opuesto del espectro que mencionamos en el ejemplo anterior de especialización:





Pero para recapitular, somos generalistas, no especialistas, así que no es sabio entrenar un solo atributo del cuerpo si el objetivo es salud.

Espere la segunda parte donde tocaremos más sobre qué significa para el ser humano ser un generalista.

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