lunes, 9 de mayo de 2011

Mucho con poco...

Vilfredo Federico Damaso Pareto (París, 15 de julio de 1848 - Ginebra, 19 de agosto de 1923) fue un sociólogo, economista y filósofo italiano.




Este hombre notó que en Italia aproximadamente el 20% de la población tenía en su poder el 80% porciento de la riqueza del país, mientras que el otro 80% de la población tenía el restante 20% de la riqueza en sus manos. Es decir, los pocos de mucho, y los muchos de poco.

Con el tiempo su observación se hizo famosa y se transformó en un principio, el principio de Vilfredo Pareto o principio de Pareto. Qué en términos sencillos establece: el 80% de los resultados [de un algo partiuclar] depende del 20% de los esfuerzos; mientras que el restante 20% de los resultados [de ese mismo algo] requerirá el 80% de los esfuerzos.

Se llama también la regla del 80/20. Y si la queremos usar a nuestro favor, nos conduce a buscar en las cosas cuál es el 20% que nos produce el 80%. Lo que hace mucho con poco.

Voy a dar un ejemplo. Hace un tiempo empecé un programa de entrenamiento de deadlift y military press, sólo dos ejercicios. Como muchísimo (con los tiempos de descanso y todo) toma como 15 miutos. Sin embargo, produce el 80% de los resultados que busco. Por ahora me conformo con el 80%.

Esto es así porque sé que si quiero alcanzar el 20% restante, va a requerir 80% de esfuerzo... 4-5 ejercicios más, mayor enfoque mental, más energía gastada, más tiempo invertido, generar más estrés al organismo... etc.

Todo esto es sólo cuestión de eficiencia. 80% de resultados con 20% de esfuerzos es una fórmula mucho más eficiente que 20% de los resultados con 80% del esfuerzo.

Aplicado a su salud esto indica que no tiene que comprar pastillas de suplementos caros y exóticos o buscar un gimnasio con lo último en equipo, sino prestar atención a los pequeños detalles.

Cuánta agua a tomado hoy? Está comiendo frutas y vegetales en abundancia? Sabía que un pequño puñado de almendras o nueces disminuye dramáticamente su riesgo de un montón de enfermedades? Cuánto ha caminado hoy? Cuanto tiempo sentado frente a la computadora o televisor?

Y no sólo lo podemos aplicar esto a la salud física, también se puede aplicar a la salud espiritual. A veces la gente desea cambiar sus conductas y sus malos hábitos y ser una persona que aporte algo de bondad al mundo. Pero la gente no tiene ese poder de cambio que resulta sólo de una relación personal con Dios. La gente hace grandes esfuerzos (80%), para recibir un pasajaero 20% de cambio de carácter.

En cambio si esas mismas personas tuvieran fe (que de paso, Jesús dijo que bastaba incialmente que fuese como un grano de mostaza [20%]), se lograrían cosas grandes (80%). Ese 20% de esfuerzo se basa primariamente en dos cosas: el estudio de la Palabra de Dios, y la oración. No es posible hacer un cambio sin la presencia de alguno de estos elementos, y estos - por poco que parezcan - son el fundamento y la mayor parte de la experiencia cristiana.

Obviamente no estoy desmereciendo la testificación ni la adoración a Dios, pero hablo de aquello que se hace más bien a solas y que produce la testificación y la adoración a Dios.

Busque usted en su diario vivir, cuál es el 20% de las cosas que le produce el 80% de los resultados. Esto ayuda a simplificar nuestras vidas y quitar aquellos esfuerzos que nos gastan y nos dan poco.

Así que tome su agua, coma sus vegetales y frutas, añada almendras o nueces, camine mucho, haga algo de ejercicio... Lea su Biblia y de gracias a Dios en oración. Hará mucho con poco... será de los pocos que tienen mucho, mucho de lo que verdaderamente importa!

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