martes, 30 de noviembre de 2010

Su circulación sanguínea y la historia de Laika


En el año 1957, una perrita vagabundeaba por las calles de Moscú. Le pusieron de nombre Laika; este nombre proviene del ruso lajat, que quiere decir 'ladrar'. Era de tamaño mediano, fuerte, con la cabeza en forma de cuña, orejas verticales, ojos oblicuos, y su colita, estaba anillada sobre la grupa. Pesaba menos de 10 libras.

Laika es la de la derecha

Sin saberlo, Laica pasó de ser una perra realenga de la calle, a ser parte del programa espacial soviético. Por aquel año, 1957, el mundo permanecía asombrado por el lanzamiento del primer satélite artificial, el Sputnik, de unas 180 libras lanzado el 4 de octubre de ese año en conmemoración de la revolución roja de octubre, y como símbolo de las autoridades políticas de los avances de la ingeniería soviética.

Ese evento dio paso al comienzo de lo que se conoce como la carrera espacial ("space race") entre los Estados Unidos y la Unión Soviética. Como sabemos, todo esto era parte del juego de propaganda mundial acerca de quién era mejor, si los comunistas o los capitalistas americanos.

Estados Unidos se mantenía alerta de los avances soviéticos y trabajando ligeramente con la idea de adelantarse a su competidor que ya tenía una amplia ventaja con el Sputnik 1 en órbita. Aun EU no había logrado poner en órbita el "Vanguard" su primer satélite artificial de tan sólo un poco más de 3 libras.

En ese mundo se envolvió Laika. Los soviéticos querían mandar un hombre a órbita espacial, pero desconocían que efectos fisiológicos pudiera sufrir con lo que pensaron en enviar perros primero. Laika era ideal según ellos, que pensaban que un perro que aprendió a defenderse en las calles y que es sato, no de una raza pura, tendría mayor resistencia y mejor carácter para la misión.

Laika fue entonces entrenada para ser la tripulante del Sputnik 2.


Sputnik 2, la nave de Laika

Oleg Gazenko era el científico encargado del entrenamiento de Laika. Fue sometida a centrífugas donde el pulso se incrementaba al doble y la presión arterial se elevaba 30-65 mmHg. También se le entrenó para adaptarse a espacios bastante reducidos.

Laika en su módulo de vuelo
A Laika la llenaron de electrodos y cables pues su misión era una: ver la respuesta fisiolójica del cuerpo a ingravedad.

Laika alambrada a electrodos y otros medidores de signos vitales

El día del lanzamiento fue el 3 de noviembre de 1957 desde una base en Kazajistán en condiciones de intenso frío, por lo que la cápsula requirío un calentador externo y una manguera de calefacción a la cápsula.

Nikita Kruschev, había mandado anteriormente que el segundo Sputnik debía lanzarse ese día y que debía ser tripulado, por eso la extrema misión de Laika. No sólo eso, los científicos debieron construir el satélite de Laika en unas 4 semanas sin las suficientes pruebas para garantizar la calidad y seguridad. Más todavía: Laika no regresaría. Todavía los científicos no habían ideado la forma de recobrar un satélite del espacio en buenas condiciones. Laika sería sacrificada con algún veneno inyectable después tal vez de una semana o algo así.

Al momento del lanzamiento, y conociendo el futuro de la perra, las lágrimas bajaban del rostro de Oleg Gazenko quien había entrenado a Laika y de seguro había empezado a sentir algo de afecto por ella.

Más triste aun, Laika sólo sobrevivió unas 7 horas. Un imperfecto en el termo regulador de su módulo espacial falló y la temperatura se incrementó con rapidez. La información sobre su ritmo cardiaco, presión, respiraciones y temperatura corporal adquiridas por telemetría, reveló que murió como resultado del calor y un ataque de pánico. Las autoridades, soviéticas resolvieron esconder la realidad vergonzosa del asunto que no se vino a saber hasta un informe en el 2002. Laika nunca cumplió el tiempo designado de misión mucho menos volvió.

La verdad es que Laika no fue la única sacrificada. Se realizaron trece lanzamientos entre noviembre del 1957 a marzo del 1966, y en ellos 5 caninos más perecieron en diversas situaciones. EU también tuvo sus muertes animales relacionadas a su propio programa espacial, aunque no tan conocidas como la tragedia de Laika.

La nave de Laika se trasformó en su ataúd que orbitó la tierra 2570 veces hasta quemarse al caer en la atmósfera terrestre el 4 de abril de 1958.

Años después, Oleg Gazenko comentó: "Cuanto más tiempo pasa, más lamento lo sucedido. No debimos haberlo hecho... ni siquiera aprendimos lo suficiente de esta misión, como para justificar la pérdida del animal". Y ciertamente un capricho como un vuelo por probar superioridad científica, más que no poder justificar la muerte de Laika, hace ver todo el proceso como algo criminal. Pero no podemos olvidar cuánto de sufrimiento trajo el comunismo en lo pasado más que nada a seres humanos por lo que no sorprende. de paso, los científicos a cargo, estaban bajo obligación y al riesgo de penalidad (ellos o su familia) de haberse negado.

Ahora bien, se preguntará que tiene que ver el suceso trájico de Laika con su circulación. Sencillo, los científicos estaban preocupados con los efectos que pudiera tener la ingravidez sobre la circulación de la sangre. De Laika aprendieron que no había efecto. Lo que sí puede tener efectos negativos para la circulación es lo contrario, la misma fuerza de gravedad.

Examine sus piernas, mayormente la parte trasera de las rodillas, y sus pies. Venas varicosas, son el resultado en gran parte de la fuerza de gravedad unida a ciertos hábitos. La tendencia a esas venas lo mismo que la circulación están relacionados a factores hereditarios y también a los hábitos. Por lo que si examina sus pies y no puede ver ni siquiera la pequeñas spyder veins, unas diminutas venas rojas o de color morado en la superficie de la piel, entonces lo más probable heredó una buena genética al respecto o ha tenido muy buenos hábitos.

Pero independientemente tenga la  mala circulación o no, la siguiente lista le puede ayudar con su circulación:
  • un chorro de agua fría de los muslos hacia abajo al final del baño (esto por un minuto)
  • añadir gran cantidad de vegetales y otros alimentos con fibra, pues la constipación es una de las causas de várices
  • elevar los pies a la altura del corazón o más al descansar
  • hacer de 50-100 sentadillas (con el peso del cuerpo) de 3 a 5 días a la semana, seguido esto de estiramientos a la pierna y pantorrillas y elevación de ambas piernas sobre nivel del corazón por unos 5 minutos
  • evitar las frituras, carnes rojas, consumo copioso de quesos, lácteos y otras fuentes de grasas saturadas
  • tomar gran cantidad de agua al día
  • no estar demasiado tiempo de pie, ni demasiado tiempo sentado
  • masaje vigoroso a la planta del pie por las noches
Laika murió para demostrar que se puede tener buena circulación en el espacio, viva usted demostrando que con hábitos correctos se puede hacer lo mismo en tierra.

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